Este sencillísimo plato, compuesto por patatas fritas y huevos fritos, tiene una trayectoria famosa a nivel internacional otorgada por Lucio, el cocinero madrileño que lo hizo famoso. Casa Lucio, situada en la Cava Baja de Madrid, en uno de los históricos barrios capitalinos, es el más galardonado restaurante español y ostenta 5 estrellas de la famosa guía Michelin. Nunca ha bajado su nivel y tampoco ha variado su plato en los últimos sesenta años. En una visita al restaurante hace unos meses, me contaba orgullosamente Lucio, un hombre de más de 85 años, que su restaurante es el de mayor fama en España y que por sus mesas han pasado los presidentes más importantes del mundo, comiendo sus famosos Huevos Rotos estilo Casa Lucio.
En realidad este plato, es tan sencillo, que su complejidad radica en su extremada sencillez.
He de reconocer, que por más años que trate de imitarlo, nunca tengo el mismo sabor que obtengo en el paladar como cuando lo como en esas sencillas mesas del viejo mesón.
Casa Lucio, está situado en lo que ya en el siglo XVII fuera un mesón y un hotel de paso para el viajero. Mesón el Segoviano. Era un lugar de referencia para escritores, artistas, mercaderes, y gente de paso en la ciudad. Casa Lucio está asentada en lo que fuera este mesón y Lucio, desde más de sesenta años al frente, sigue haciendo que brille el deseo de todos por un plato que realiza con tan básicos ingredientes, pero con un resultado de sabor inigualable.
La clave, buenos huevos, y buenas patatas, me dedía, y por supuesto, el saber hacerlos como él.
Nunca desvelará su secreto, pero si tratamos de imitarlos, el resultado es muy sabroso y siempre muy apetecible. Así que les invito a que lo prueben y a que se lo coman con la misma gana que yo lo hago cuando los preparo. El plato queda más limpio que recién lavado.
Ingredientes:
2 o 3 huevos
3 patatas grandes
Aceite de oliva
Sal
Comensales:
2 o 3 personas
Tiempo:
15 minutos
Dificultad:
Facilísimo pero muy comprometido porque pueden resultarte muy sencillos, pero nunca te saldrán como los suyos. Créeme.
Preparación:
Pelar patatas y rodajarlas gorditas para freír.
Salar las patatas previamente a freírlas con el aceite en el fuego medio-alto para que al meterlas en la sartén vayan dorándose por fuera.
Mantener bien el fuego medio y no permitir que las patatas se quemen, siempre hay que dejarla dorar en punto crujiente.
Cuando las patatas están hechas, sacarlas rápidamente de la sartén y tener cascados los huevos en un plato.
Con parte del aceite del que usaste para freír las patatas, freirás los huevos.
Para que te queden con “puntilla” el aceite de la sartén debe estar fuerte.
Tapa un poquito la sartén cuando pongas los huevos para evitar que salten.
Se deben freír de tal modo que la yema quede blanda y la clara frita con el contorno crujiente y dorado.
Ponlos inmediatamente sobre las patatas y con ayuda de un tenedor, rompe las yemas sobre los huevos.
¡Y a comer!
Delicioso plato que por supuesto es facilísimo y que gusta a niños y mayores con el mismo entusiasmo.
Truco
Lucio dice que sus huevos, para que tengan la presencia que tienen sobre las patatas, le da una vuelta de un segundo sobre la sartén cuando aún están blandas las yemas y así obtiene el punto que él desea.
Yo no los hago así, porque es realmente complejo que sólo toquen la sartén un segundo y sacarlos sin que se pasen de cocidos.