Perfecta receta para los intolerantes al gluten y una deliciosa fuente de energía y fibra.
Esta receta, la aprendí en una de las que encontré en recetarios pero que contenía una base de harina que yo he ido eliminando hasta obtener esta pasta con la que las hago, y que no tiene ni un gramo de harina blanca y el resultado es finísimo y delicioso.
Comensales:
4 personas. (12 magdalenas)
Dificultad:
Media
Tiempo:
45 minutos
Temperatura:
355 F.
Ingredientes:
4 claras de huevo
1 taza de harina de almendra
1 taza de azúcar
1 taza de mantequilla
1 pizca de sal
Para la harina de almendras:
Moler almendras naturales y con tueste natural, con o sin cascarilla. (Yo uso almendras en fileteadas).
Moler muy fina la almendra, todo lo que puedas hasta convertirlas casi en polvo. Verás que al hacerlo, la grasa de la almendra hace que la harina se compacte con la presión. Esa es la consistencia.
Calentar la mantequilla hasta el punto en que se dora y queda color almíbar.
Batir las claras de huevo con el azúcar hasta que crezcan dos o tres veces su volumen.
Añadirle las harina de almendra, las claras de huevo batidas y el azúcar en el bol y mover hasta homogeneizar la mezcla con la ayuda de una espátula.
Precalentar el horno a 355gr. F y preparar los moldes con los papelitos de las magdalenas.
Ir volcando la masa en cada uno de los cubiletes de papel hasta más arriba de un tercio del molde.
La masa sube en el horno por la incorporación de las claras, pero luego baja y debes tener en cuenta este aspecto que por no llevar levaduras y ninguna harina blanca, no mantendrán esa altura que ves en el horno al crecer.
Introducirlas en el horno, y dejarlas aproximadamente 20 minutos dentro. Pasado ese tiempo puedes abrir un poquito el horno y pinchar con un palillo de madera para ver que salga limpio.
Si están doraditas, y el palillo ha salido limpio, es el momento de apagar el horno y abrir poco a poco la puerta para que vayan enfriando.
Sacarlas y espolvorear azúcar impalpable por encima de ellas.
Acompañadas de un té o un café. Y ten bien cerca una servilleta, porque no podrás resistirte a mojarlas en el café.
Truco:
Para que la almendra saque más el sabor de la misma, yo le pongo unos minutos de grill a las magdalenas. Así quedan un poquito crujientes por arriba y la almendra desprende mejor su sabor.